La gota que colma el vaso

Separarse, ni una gota másSe dice que en estas fechas, tras el periodo vacacional, hay más parejas que deciden separarse. ¿Qué ocurre para que las vacaciones sean el momento donde más personas toman la decisión de poner fin a su relación amorosa?

Seguramente la mayor convivencia, la ausencia de obligaciones diarias, el mayor tiempo libre facilitan situaciones donde surge la famosa “gota que colma el vaso”. A veces las separaciones ocurren a partir de los hechos más peregrinos o aparentemente más triviales. Una mala contestación, un retraso, una discusión intrascendente… Es lo que tienen las gotas, que parecen inofensivas pero pueden ser letales.

Lo cierto es que separarse es tan difícil que nadie lo hace porque sí, sin haberlo pensado mucho antes de dar el paso definitivo. En el caso de una separación, esa gota encubre el sufrimiento de muchos meses de incertidumbre y de cavilaciones. Una tras otra, tras otra, tras otra gota hasta que hay una sola gota, igual que las demás, que se derrama y nos hace ver que el vaso de la paciencia ya no da más de sí, que ya no hay manera de estirarlo. Entonces, parece que la decisión se toma sola, que nos viene dada, y en ese momento se declara clausurado el vaso, y alguien dice: “¡Ni una gota más!”.

Sin embargo, lo que nos diferencian a unos de otros, es el tamaño del vaso. Hay vasos que son como dedales y se desbordan a la segunda gota (relaciones independientes); otros vasos de formas irregulares, que parecen que ya no cabe más en ellos y de la noche a la mañana se tragan otras muchas gotas más (intermitentes), o los vasos anchos en los que caben millones de gotas (incondicionales).

Hay quienes parece que ni siquiera tienen vaso. Disponen de un océano infinito al que da igual las gotas que caigan. Todo lo reciben, lo aceptan y lo perdonan. Las mujeres malqueridas, las maltratadas, todas aquellas que soportan estoicamente la lluvia de desprecios y ultrajes que reciben cada día, son ejemplos de estos vasos que no se llenan nunca.

Sea como fuere, para dar una relación por terminada, la persona tiene que estar convencida de que ya no le compensa pagar el elevado precio que está abonando y que prefiere quedarse sola a mantener la situación actual. Por eso, las separaciones tardan en llegar, porque el que tiene el mando y propone separarse ha necesitado su tiempo para hacerse a la idea y para imaginar que hay vida después de la ruptura definitiva.

Y, quién sabe, parece que después del periodo vacacional tenemos las ideas más ordenadas o hemos cogido fuerzas para enfrentarnos a una nueva etapa en nuestras vidas.

7 comentarios
  1. Tatiana
    Tatiana Dice:

    Hola, he leído y releído varias veces el escrito, y me hacía siempre la misma pregunta, es la gota está de la que hablamos estacional? Es decir, depende sólo de la temporada que sea? Es una gota lo que detona un hasta siempre?o es la excusa a la que nos agarramos para decir…Y para colmo ha hecho esto o lo otro…creo que muchas veces a los hombres y a las mujeres nos hace falta valor y sensatez para sentarnos uno frente a otro con un vaso de agua y vaciarlo a sorbos con una conversación constructiva y un hasta siempre sin rencor sea la temporada que sea
    Un saludo.

    • Mariela Michelena
      Mariela Michelena Dice:

      Hola Tatiana ¡¡¡disculpa mi retraso en responder!!! La gota que colma el vaso puede ser cualquier cosa, la más insignificante, algo que acabe con nuestra paciencia que a veces parece infinita… Vaciar los vasos, de vez en cuando es una buena política, siempre y cuando los vasos de ambos tengan la misma capacidad y no estemos dispuestos a dejarlos llenar como si nada. Si el vaso de él es un dedal, y el de ella un pozo sin fondo ¡no vale!!!! Un abrazo y gracias por tu participación tan activa y tus comentarios que nos sirven para pensar y repensar…

  2. Ivonne
    Ivonne Dice:

    Tal vez suceda que también tras las vacaciones, nos hemos visto las caras tal y cómo son. Se han agrandado heridas en lugar de ser sanadas… y por fin asumimos que el amor no puede con todo, que su mundo y tu mundo no coinciden y que tomar caminos divergentes duele menos que persistir en un dolor continuado o intermitente. Al menos así me ha pasado a mi.
    Gracias por tu post, gracias por compartir.

    • Mariela Michelena
      Mariela Michelena Dice:

      Hola Ivonne, ¡siento mi retraso en responder! A veces la vida me sobrepasa… Aquí estoy. Lo que cuentas tiene mucho sentido. A veces esperamos el milagro de las vacaciones y resulta todo lo contrario, justamente ese tiempo libre, disponible para compartir, nos ponen delante lo que hay, y lo que no hay. Y sí, cualquier separación es dolorosa, pero nadie se separa porque sí. Cuando alguien toma la decisión, es porque antes lo ha intentado todo (a veces más de lo que debería) y no ha encontrado salida posible…
      Gracias por tu comentario. Un abrazo.

  3. Tatiana
    Tatiana Dice:

    Muchas gracias Mariela, por el post que has comentado después del mío, muy cierto, no lo había visto de esa perspectiva.. siempre se aprende algo contigo, gracias de nuevo.

  4. Alicia
    Alicia Dice:

    Hola Mariela!!!
    Me encuentro perdida en medio de mi propio océano… tantas dudas y cavilaciones, tantos años de indiferencia han hecho mella en mi propio autoreconocimiento… Sigo activa y presente en miles de cosas, menos en mis prioridades emocionales. Hoy tuve una de esas «gotas» significativas, una gota tonta, apenas una pésima contestación, malhumorada, hastiada… que me hace recontrapensar otra vez en si estaría mejor sola que medio acompañada (no diré mal… en medio de esta gran crisis económica de nuestro país, se agradece cualquier colaboración así sea a regañadientes…).
    En fin. Todo comenzó cuando mi hija tenía 6 años y ya casi tiene 17… Tú me dirás de qué tamaño es mi propio océano…
    Un abrazo gigante y te sigo por todos lados!
    Con mucho cariño
    Alicia

    • Mariela Michelena
      Mariela Michelena Dice:

      Mi querida Alicia ¡vaya océano! ¡Y qué cosa que te hayas acostumbrado a nadar en medio de tantas y tantas gotas de dolor! ¡11 años son muchos años! ¿Qué decirte? ¡El tiempo pasa! Sé (y tú también lo sabes, por experiencia), que separarse no es fácil, que a veces preferimos conformarnos con migajas, (aunque nos ahoguen) que tomar la decisión, pero estoy segura de que mereces algo mejor. Entiendo que no será fácil si además lo económico aprieta, pero date un tiempo, evalúa, piensa qué será lo que te amarra sin remedio a esa persona…
      ¡Un abrazo fuerte! Y mucha suerte en el futuro. Gracias por compartir tu experiencia.

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