Creamos un dios
La creación de un dios, de cualquier dios, obedece a una necesidad muy primitiva del ser humano de regresar a ese estado imaginario de sentirnos completos, en el que nos parecía que no había necesidades, ni carencias y que los peligros de la vida nada tenían que ver con nosotros, porque estábamos protegidos por un ser superior.
Comprender las implicaciones que tiene para la vida cotidiana de una mujer convertir a su pareja en un dios, es un primer paso para empezar a construir una relación de igual a igual.
Es difícil dejar de lado la necesidad de protección de un hombre sobre todo en esos días en que lo que nos acontece nos hace sentirnos pequeñas y vulnerables. Puede ser debido también a los cambios hormonales que sufrimos mes a mes. Hay semanas que todo va bien,pero hay semanas que surge esa imperiosa necesidad de afecto,comprensión y protección.
Un abrazo.
Hola Sonia, es curioso eso que dices porque, lo que suele suceder, es que por una parte necesitamos protección y cobijo y, por otra, somos nosotras quienes protegemos y cobijamos a nuestras parejas como si no pudieran valerse por sí mismos… Así de contradictorios somos los humanos, ¡y las humanas más!!! Y sí, tienes razón, nosotras estamos muy condicionadas por esas subidas y bajadas hormonales que a veces nos dejan poco espacio para el pensamiento racional.