«Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa, Dios no se muda»
Después de este diagnóstico tan exótico, tan escandaloso y tan desmedido, lo único que quiero es entrar en el quirófano para que me liberen de estos huéspedes indeseados que ni siquiera son parientes entre sí. La espera es eterna. Ahora dependo de que se abra un agujero de al menos cuatro horas en un quirófano, […]